Vacaciones "forzadas"
marzo 10, 2007
CHARLY GARCIA: REBELDE BUSCA LA INOCENCIA
Reportaje de BBC Mundo - Marzo 2007
por Maximiliano Seitz
Buenos Aires, Argentina
Señas particulares: delgado con bigote bicolor. Personalidad: eterno rebelde y soñador. Pero más importante aún: el músico argentino Charly García es uno de los pioneros del rock en español en América Latina y por lo tanto una leyenda viviente que no deja de reinventarse. "Creo que una de mis grandes intuiciones es haber adaptado el sonido inglés al tango", le dice Charly a BBC Estudio 834 en su apartamento en el séptimo piso de un viejo edificio del barrio de Palermo, en Buenos Aires.
"Al rock se lo asocia con el inglés, así como a la ópera con el italiano. Pero no es lo único. Si se puede aunar el sonido de la palabra con su significado y que eso sea armónico con la música, resulta algo impresionante". Nacido Carlos Alberto García hace 55 años, Charly tiene más de tres décadas de carrera. En la infancia estudió música clásica y más tarde cultivó estilos como el folk, el rock sinfónico y progresivo, y el pop. En la década de los años 70 formó parte de grupos que dejaron huella, como Sui Generis y La Máquina de Hacer Pájaros. Y en los 80 lideró la que fue, quizás, la mayor banda del rock argentino: Serú Giran. Siguió una prolífica carrera solista, con discos antológicos como "Yendo de la cama al living", "Clix Modernos" y "Piano Bar".
"Eso de ser superestrella del rock en castellano lo inventé yo", dice sentado sobre su cama, con un teclado enfrente, para que no queden dudas. "Adicto" a la música En su apartamento, Charly construyó "su" mundo. Las paredes están cubiertas de grafitti y posters de los Beatles y los Rolling Stones. Hay equipos por doquier, partituras desperdigadas, cuadernos con anotaciones.
"En un día común tengo la dedicación que puede tener un bailarín con su trabajo: estar todo el día. La música es una parte esencial de mí. Si se hace una mala comparación se puede decir que es una adicción". Con canciones como "Los Dinosaurios", en la que habla de los desaparecidos, Charly García fue una de las voces de la conciencia argentina durante el gobierno militar (1976-1983).
"En aquella época la música fue para mí una forma de seguir viviendo un sueño en medio de la pesadilla que era la realidad", cuenta. "Milagrosamente no me llevaron preso, ni me torturaron. Me pasó lo que le pasó a cualquier tipo que tenía el pelo largo: que me llevaran frecuentemente a comisarías, por ejemplo para pedirme explicaciones sobre las letras de las canciones".
Controvertido, a principios de la década de los años 90 Charly grabó una versión rockera del himno nacional argentino, que en su momento causó escándalo en algunos sectores conservadores pero que hoy es más popular entre los jóvenes que la melodía tradicional.
"Es como Jimmy Hendrix cuando hizo el himno estadounidense en Woodstock. Es un canto a lo mejor de Argentina, a lo que quisiéramos ser", explica.
"La pieza original me parece una canción muy buena porque, contrariamente a muchos otros himnos que son patéticos, que me disculpen los demás países, éste tiene mucho de música clásica y una reminiscencia a 'Purple Rain', de Prince".
Vacaciones "forzadas"
La vida de Charly García ha tenido algunos tropiezos: ha estado internado por adicción a las drogas y ha protagonizado varios escándalos dentro y fuera del escenario (se ha bajado los pantalones en público, ha abandonando recitales en la mitad y hasta se arrojó a una piscina desde lo alto de un edificio).
Sobre su reclusión comenta: "La verdad es que me internó mi familia y lo de la droga fue una excusa. Quizás estaba enamorado o quería irme de mi familia o no les pasaba la cantidad de dinero que ellos esperaban. No guardo gran nostalgia por esas vacaciones que me hicieron tomar". Sobre su adicción habla, sí. Pero sobre los escándalos repite "Say no more" ("No digas más nada", su lema y el nombre de su sello discográfico).
Porque Charly es mucho más que un blanco de la TV y la prensa amarillas. Su personalidad y su música se confunden o, en definitiva, son la misma cosa.
"Alguna gente me dice que soy inmaduro y hasta infantil, pero uno de mis grandes logros en la vida es no haber alterado las cosas básicas; me sigue gustando lo mismo: la inocencia en todas sus manifestaciones, musicales, amorosas, inteligentes. Y el rollo de John Lennon, el tener todavía la capacidad de imaginarse algo".
Lennon ha sido precisamente una de sus mayores inspiraciones "por lo que representa en el inconciente colectivo"; las otras han sido su padre y Federico Chopin. Durante su carrera, Charly ha conocido a grandes artistas internacionales y ha trabado amistad con algunos de ellos, que también han sido una influencia.
Destaca fundamentalmente a Keith Richards, de los Rolling Stones. "Me ha impresionado porque es como yo pensaba que era, muy copado. Yoko Ono también es maravillosa. La conocí una vez que vino a Argentina para presentar una muestra e inmediatamente hubo onda. Empezamos a hablar y el mundo se fue".
Notas de vida
En Charly, esa unión inseparable de vida y música tiene, entre sus varias explicaciones, el hecho de que el músico argentino posee oído absoluto. "Te da una perspectiva diferente del mundo porque el oído pasa a ser no solamente receptor sino también codificador: ves las cosas con el oído.
Toda la cultura está hecha con la vista, el oído no tiene la misma importancia. Pero está bueno poder reconocer que algunas frecuencias provocan ciertas cosas", dice. "Los himnos y las marchas de guerra están en Si bemol, porque Si bemol es la clave de los metales. Si uno lo asocia, por ejemplo, con las fábricas, la guerra, Hitler, puede hacer una teoría de que el Si Bemol te pone nervioso o te provoca algo agresivo que, por ejemplo, el Do no".
Actualmente Charly García trabaja en su nuevo disco junto con el cantante popular argentino Palito Ortega y el productor británico Andrew Oldham, quien en los 60 fuera publicista de los Beatles y luego manager de los Rolling Stones. El nuevo trabajo se llama "Kill Gil", en alusión a la película de Quentin Tarantino, que en este terruño se traduciría como "maten al tonto". Sin embargo, su contenido nada tiene que ver con el film.
"El disco es este grabador que va pasando por muchos lados, estudios famosos, y chupa y sigue. Es una forma de tratar de renovar, sin quererlo, cosas que tienen que ver con el lenguaje y la música y que no son apreciadas en este momento en que lo único que importa es dinero, dinero, dinero...".
"No sé si es volver a las fuentes, sino mostrar que la fuente sigue andando", concluye. "Kil Gil" es un álbum en español y en inglés, e incluye una versión bilingüe de "Watching The Wheels", de Lennon. Además contiene la primera canción que Charly compuso en su vida, "Corazón de hormigón". La creó a los nueve años para su madre ("por causas que luego constarán en mi biografía no autorizada") y tiene una fuerte influencia de Palito Ortega. La letra dice: "El corazón perdona ... por eso a ti te pido: ablanda tu corazón".
En el futuro de esta leyenda del rock se vislumbra música y más música. "Y sí, voy a morir haciendo esto. Alguna gente piensa que la música es la muerte. Yo la necesito, pero sé que no es necesaria".
"Say no more".