noviembre 05, 2006

NUEVO LIBRO DE MIGUEL GRINBERG

CULTURA \ LITERATURA ESPIRITUAL
Un puente entre lo espiritual y el materialismo ecologista


Agencia Télam (Buenos Aires)– domingo 5 de noviembre 2006

Es el eje del libro "Somos la gente que estábamos esperando", de Miguel Grinberg. La obra se inscribe en la línea de literatura espiritual tradicional pero con una concepción diferente a la enarbolada por los hippies en los años 60


La confluencia entre lo espiritual y el materialismo ecologista es el eje del libro "Somos la gente que estábamos esperando", de Miguel Grinberg, que se inscribe en la línea de literatura espiritual tradicional pero con una concepción diferente a la enarbolada por los hippies en los años 60.

Editor y traductor de Gandhi, Thomas Merton, el Dalai Lama, el maestro Eckhart, Rumi, Padma Sambava, entre otros pensadores, Grinberg lleva escrito, publicado y traducido más de veinte libros que recuperan un ideario muy disímil al "materialismo occidental".

"La literatura espiritual vive un boom que responde a una necesidad interna de la gente, para aclarar ante todo un mal entendido: que esa percepción de lo sagrado no es necesariamente una religión. Muchas veces lo espiritual produce rechazo porque se lo ve como algo clerical y no es así. Subyace en todas las religiones pero no es asumido institucionalmente por ninguna", dijo Grinberg en diálogo con Télam.

Para el autor, en Oriente se ha priorizado esa lectura de la realidad como lo muestra "el hinduismo, el budismo y todas las variaciones que encontramos de estas corrientes tradicionales de Japón y China que rescatan lo que en Occidente consideran sobrenatural y el misticismo".

"En Occidente después del divorcio de la ciencia y la religión hace más de tres siglos el pensamiento espiritual se convirtió en descartable por la sencilla razón que no podía ser cuantificado a nivel de mercado. Lo único que se le ha pedido a la gente en los últimos cien años es que sea contribuyente o consumidora cuando el ser humano tiene una sensibilidad trascendente que va más allá", sostuvo Grinberg.

Según el autor, el auge silencioso de una literatura con el acento puesto en lo espiritual, "se puede observar en las traducciones crecientes de bibliografía oriental y no por un efecto de marketing, sino porque la gente está tratando de discernir qué es lo que hace acá, cuál es su misión".

La necesidad de un cambio a juicio de Grinberg tiene que ver además con la supervivencia de nuestra especie, "porque no hay suficiente planeta para desarrollar la economía en los términos planteados por el desarrollo occidental".

Con este libro, recién publicado por Kier, el autor trata de construir un puente a partir de su experiencia en el activismo verde y en la práctica de la técnica tibetana de meditación.

"He comprobado que en el área espiritual se ha insistido en la búsqueda trascendental sin prestar atención al mundo concreto. Y el activismo ha visto en el camino a lo espiritual, todo el tema confesional. Ahora hay un entroncamiento entre ambas tendencias y a diferencia del pasado no está la búsqueda de notoriedad. Es una revolución sutil", apuntó Grinberg.

"Una revolución que como especificó en el libro -precisó- se desarrolla a través de las eco-aldeas, los movimientos de agricultura orgánica, la permacultura, los movimientos de tecnologías apropiadas, que se dan en todo el mundo, aunque de una forma inadvertida".

A diferencia de la revolución de los 60 de los hippies, "se trata de no hacer olas, de priorizar el sí y no precuparse por el no. Algo distinto a los movimientos contestatarios, cuando se apelaba a la moral del sistema. Luego de comprobarse que el sietema es inmoral cada cual siembra lo que considera en lo personal y comunitario. Hace su tarea sin detenerse a cuestionar al prójimo que no la hace".

Esa revolución sutil, insistió Grinberg, "se puede detectar en internet a través de distintos blogs. Allí se establecen redes de comunicación que van más rápido que cualquier sistema, No se trata de salvar a la humanidad pero por lo menos de diseñar una faja de futuro que tenga que ver con el alma de la gente y no con las ficciones de la sociedad de consumo".

Según el pensador norteamericano Ken Wilber, que desde Colorado predica esta conciencia integral que se resalta en el libro, "sólo el 2 por ciento de la humanidad está en sintonía con estas ideas".

"No se trata de formar un movimiento para demostrar que existimos. Existimos a pesar de la manipulación del sistema y evitamos la confrontación porque nos quita energía para seguir consolidando una nueva actitud", concluyó.