de la sociedad civil
reclama justicia social
a los líderes mundiales
Casi 24 millones de personas se pusieron de pie el 16 de octubre del año pasado en más de cien países bajo el lema “Levántate” (Stand up, en inglés), iniciativa de la sociedad civil adosada a la Campaña del Milenio de Naciones Unidas, con el objetivo de contribuir a eliminar la pobreza extrema y el hambre en nuestro planeta. La compañía que supervisa las estadísticas de los Récords Mundiales Guinness verificó oficialmente que dicho evento estableció por primera vez una marca mundial de cantidad de personas levantadas contra la pobreza en varias ciudades en un plazo de 24 horas. Al mismo tiempo un síntoma y una incógnita.
Escribe: Miguel Grinberg
Imágen: Omar Panosetti
Cada tres segundos en nuestro planeta un niño muere como consecuencia de la miseria absoluta. Todo ello podría ser evitado, pero la “decisión política” fundamental no es tomada. Abundan los discursos, pero no las acciones. Levántate no pidió dinero: pidió la voz de la gente común para expresar un sentimiento global. Hubo respuestas en iglesias y en escuelas, en asentamientos precarios y frente a hoteles de lujo, en campos de cricket en India y en estadios de fútbol en México.
Resultó expresiva la manifestación mexicana, pues casi 170 mil hinchas de fútbol que asistían a los nueve partidos de la 13ª fecha de la primera división del fútbol azteca se pusieron de pie en las tribunas y aplaudieron como modo de apoyar la campaña, mientras por los altoparlantes se leían las intenciones de esta iniciativa global. Allí se expresó lo siguiente.
• Cada año más de 10 millones de niños mueren de hambre y de enfermedades que puden prevenirse. Suman alrededor de 30.000 al día y uno cada tres segundos.
• Cada día 1,1 miles de millones de personas tienen que beber agua contaminada.
• Cada día 8.200 personas mueren debido al VIH/SIDA.
• 600 millones de niños viven en la pobreza absoluta.
• Más de mil millones de personas sobreviven con menos de u$s 1 al día.
• Las tres personas más ricas del mundo controlan más riqueza que 600 millones de personas que viven en los países más pobres.
• 800 millones de personas se van a dormir con hambre cada día.
• Cada año, 11 millones de niños perecen antes de su quinto cumpleaños.
• Alrededor de 18 millones de personas al año mueren debido a causas relacionadas con la pobreza. Eso suma 270 millones de personas entre 1990 y 2004 (casi el equivalente a la población de los Estados Unidos), la gran mayoría niños y mujeres.
En el cono sur, los promotores de esta jornada global sin precedentes ingresaron ese domingo 16 a la cancha del estadio Centenario de Montevideo, monumento mundial del fútbol, con un enorme cartel que decía “Levántate, el principal partido es contra la pobreza”, unos minutos antes del partido entre los clubes Liverpool y Cerrito, invitando al público a ponerse de pie, con el aval de la Asociación Uruguaya de Fútbol.
| A grandes rasgos, en Jaipur, India, 30.000 aficionados al cricket, apoyados por el legendario bateador Sachin Tendulkar, se levantaron al iniciarse el partido entre la selección nacional y la de Inglaterra. En los Estados Unidos, el subsecretario general de la ONU, Mark Malloch Brown, la reina Noor de Jordania y el gurú Swami Ramdev, de la India, se pusieron de pie junto con miles de personas en la céntrica esquina de Times Square, en Nueva York. Cientos de miles se levantaron durante un minuto en un concierto musical contra la pobreza en los barrios marginales de Mbare en Harare, capital de Zimbabwe. Escolares de el Líbano, Jordania, Gaza y Cisjordania se pusieron de pie para protestar porque no todos los menores pueden acceder a la escuela. Los organizadores de la iniciativa en Bangladesh indicaron que más de 500.000 jóvenes se unieron en largas cadenas humanas en 64 ciudades de este país. El presidente de Malawi, Bingu wa Mutharika, se unió a miles de personas en una manifestación contra la pobreza en la capital. En Filipinas, la presidenta Gloria Macapagal-Arroyo se puso de pie y prometió eliminar la pobreza. |
En Buenos Aires, las reuniones se hicieron en dos plazas: la de Belgrano y la del Congreso, donde cada encuentro culminó con una sesión de “abrazos gratis”.
La ciudadanía mundial se “levantó” con la intención de recordar a las clases dirigentes y a los países miembros de Naciones Unidas su compromiso con la población del planeta y señalar también que el plazo para cumplir los objetivos acordados es el año 2015. Los Objetivos del Desarrollo del Milenio fueron asumidos por los Estados miembros de la ONU mediante la “Declaración del Milenio”, carta de intención redactada en 2000, cuya finalidad es la de mejorar el destino de la sociedad. La Campaña del Milenio cuenta con la solidaridad –entre otros– de artistas, deportistas y celebridades internacionales como Shakira, Richard Gere, Alyssa Milano, Youssou N’ Dour, Angelique Kidjo, Gentleman, Carlinhos Brown, Sir Sind Helden, Lenny Kravitz, Keisha Castle-Hughes, Michael Douglas, Paz Vega, Vijay Amritraj, Dr. Elie Wiesel, Los Tigres Del Norte, A.R. Rahman y Jesse L. Martin.
Las metas trazadas abarcan la erradicación de la pobreza extrema y el hambre, lograr la enseñanza primaria universal, promover la igualdad de géneros, reducir la mortalidad infantil, mejorar la salud materna, combatir el SIDA y otras enfermedades, proteger el medio ambiente, y crear una asociación para el desarrollo. Las naciones comprometidas fijaron esos ocho objetivos y diagnosticaron que se podrían cumplir a través de la relación directa entre los gobiernos, el apoyo de la iniciativa privada y la colaboración de la sociedad para reducir las desigualdades que imperan en el mundo.
La coalición independiente Llamado Mundial a la Acción contra la Pobreza (GCAP, por su sigla en inglés), red internacional de movimientos sociales y organizaciones no gubernamentales, impulsó la manifestación en conjunto con la Campaña del Milenio de la ONU, iniciada el 16 de septiembre y que culminó el martes 17 de octubre, Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza. Entre las organizaciones que se unieron al Llamado se encuentran los más grandes sindicatos. En total representan a 150 millones de personas. “Pero no todas estas colectividades pudieron movilizar a sus miembros en un solo día”, declaró desde Johannesburgo el portavoz del GCAP, Kumi Naidoo, “aunque el resultado es un récord muy superior al que esperábamos”.
En la sede de la ONU en Nueva York, al recibirse la información oficial sobre el número de participantes en el evento (23.542.614) se produjo una gran algarabía, y Eveline Herfkens, coordinadora ejecutiva de la Campaña del Milenio declaró: “Juntos hemos establecido un récord increíble con el mayor número de personas que se hayan alzado para exigir acción sobre la pobreza, pero el récord que realmente queremos quebrar es el récord mundial del incumplimiento de promesas y del ignorar a los pobres.”
En 1995 fue creada una red internacional denominada Social Watch (Observatorio de la Ciudadanía). Reúne a casi 400 organizaciones de la sociedad civil, con sede en 60 países, dedicadas a la tarea de erradicar la pobreza extrema y disminuir las desigualdades. Entre sus principales misiones está la redacción de informes anuales sobre el desarrollo social en el mundo a fin de servir como instrumento de monitoreo y presión sobre los gobiernos para que cumplan los compromisos asumidos en las cumbres del ciclo social de Naciones Unidas en la década de los años noventa. El Informe 2005 acaba de ser lanzado en Brasil y el panorama revelado por los indicadores y los análisis que contiene, a semejanza de los años precedentes, es desolador. Lo más notorio es el escaso progreso en la disminución de las inmensas desigualdades no sólo entre naciones, sino también entre ricos y pobres, entre hombres y mujeres, y entre diferentes grupos étnicos en cada país.
La socióloga brasileña Fernanda L. Carvalho, del Instituto Brasileño de Análisis Sociales y Económicos (IBASE) comentó que “el informe muestra que avanzamos muy poco, en todo el planeta, en desarrollo social desde 1995 y que los compromisos asumidos por los gobiernos han sido más ejercicios de retórica que guías para la acción. Si continuamos al mismo paso, ni siquiera serán alcanzadas las modestas Metas del Milenio, establecidas por la ONU en 2000. Entramos al siglo XXI conviviendo con situaciones dramáticas que incluyen retrocesos en indicadores como la expectativa de vida, desnutrición y mortalidad infantil, en el sur de Asia y en el África subsahariana. En países como Eritrea y la República Democrática del Congo, más del 70% de la población sufre de desnutrición. En otros, como Bangla Desh y Afganistán, casi la mitad de los niños menores de 5 años se encuentra debajo del peso mínimo recomendado. En 14 países africanos las tasas de mortalidad infantil son hoy mayores que hace 15 años”.
La especialista destaca que la situación de las mujeres es especialmente grave. En algunas regiones, ellas constituyen por lo menos dos tercios de los 860 millones de analfabetos del mundo; generalmente viven en áreas rurales, en su mayor parte en África, en los países árabes y en el este y sur de Asia. Entretanto, lo más chocante está en los contrastes, las distancias en calidad de vida que se revelan brutalmente y que podrían ser sintetizadas en el hecho de que para una niña nacida hoy en Japón, la expectativa de vida es de 85 años, mientras que para una niña nacida en Sierra Leona es de apenas 36 años.
Cada año, según el Fondo de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la región latinoamericana produce cuatro veces la cantidad de alimentos necesaria para su población, sin embargo 58 millones de latinoamericanos y caribeños están desnutridos. A pesar de que el proceso de conferencias de la ONU haya producido pocas transformaciones concretas, acabó teniendo un impacto positivo e importante en la movilización de la sociedad civil internacionalmente en los últimos diez años, y en su capacidad no sólo de crítica sino también de formular propuestas.
La declaración mundial del 16 de octubre expresa: “Nos hemos levantado aquí, con orgullo, como miembros de la generación que se propone vencer la pobreza extrema. Nosotros, cientos de miles de personas conscientes, de más de 100 países, nos levantamos para decirles a los líderes de los países ricos que cumplan. Que luchen para mantener sus promesas de cancelar la deuda externa, de otorgar más y mejor asistencia al desarrollo y garantizar normas justas de comercio internacional que ayuden a luchar contra la pobreza. Ustedes saben lo que se necesita hacer: háganlo. También, nos levantamos frente a los líderes de los países pobres para decirles que también ellos tienen que cumplir. Que adopten como su principal responsabilidad salvar las vidas de sus ciudadanos más pobres. Les pedimos que sus administraciones sean transparentes y responsables en la gestión del dinero público, que combatan la desigualdad y que erradiquen la corrupción. Ustedes saben lo que se necesita hacer: háganlo. Cada generación ha tenido sus batallas, como la que luchó en contra de la esclavitud o la que lo hizo contra la segregación racial. Estas batallas parecían imposibles de ganar, pero la historia nos ha demostrado una y otra vez que estas batallas se pueden ganar si suficientes personas se unen y se levantan contra la injusticia. Hoy tratamos establecer un récord por el mayor número de personas que se levantan para exigir acciones contra la pobreza, pero con lo que nos gustaría realmente romper es con el récord mundial de promesas rotas y la costumbre de ignorar a los pobres. Somos seis mil millones de voces y queremos justicia ahora. Sin excusas. No las toleraremos”.