Tu escritura es latina
Tus números son árabes
Tu democracia es griega
Tu equipo de música es japonés
Tu balón es de Corea
Tu videoconsola es de Hong Kong
Tu camisa es de Tailandia
Tus estrellas futbolísticas son de Brasil
Tu reloj es suizo
Tu pizza es italiana
¿Y tú eres el que mira a ese trabajador inmigrante como un despreciable extranjero?